Cómo Hacer Que Tu Pulpo Vaya a la Escuela

Becky Scharnhorst, autora

Jaclyn Sinquett, ilustradora


Aunque no tenemos este libro traducido al español, de todas maneras, puedes “leerlo” al interpretar los dibujos usando su lengua materna (o inglés, si prefieres).  Puedes utilizar tus propias palabras, y tu hijo o hija puede aprender estas palabras y disfrutar del placer de escuchar tu voz y sentir tu amor por él o ella y por los libros.


UNA NIÑA AYUDA A UN PULPO NERVIOSO A PREPARARSE para empezar la escuela.


Para la primera lectura, acurrúcate con tu hijo o hija y lean el libro juntos. Disfruten la lectura. En las próximas lecturas, aquí siguen algunas actividades sugeridas que puedes hacer con tu hijo. No intentes hacer todas las actividades cada vez que lo leas. Y, sobre todo, diviértanse y disfruten estas actividades al compartir la historia con tu hijo.


Al iniciar

  • Lee el título y haz preguntas al respecto: “¿Realmente podría un pulpo ir a la escuela?” “¿Qué pensaría un maestro si apareciera un pulpo?”

  • Anima a tu hijo a que identifique los artículos escolares que sostiene el pulpo en la ilustración de la portada.


Al leer la historia

  • Anima a tu hijo a que señale el pulpo mientras se esconde a lo largo de la historia.

  • Pregunta si los diferentes intentos de la niña de convencer al pulpo están funcionando.

  • Cada vez que leas la historia, concéntrate en uno de los “Diez hechos verdaderos (en su mayoría) sobre los pulpos” que se encuentran al final del libro. Observa si tu hijo puede encontrar ejemplos mientras lee.


Después de la historia

  • Pregunta a tu hijo sobre la historia:

    • ¿Cómo se sintió el pulpo al ir a la escuela? ¿Cambiaron sus sentimientos?

    • ¿Qué harías para convencer al pulpo que vaya a la escuela?

  • Aprendan en movimiento:

    • Miren un video en casa o en la biblioteca para aprender más sobre los pulpos. Observen cómo se mueve un pulpo, dónde vive y cómo echa un chorro de tinta cuando está nervioso.

    • Anima a tu hijo a que haga una muñeca de papel en la forma de un pulpo. Ayúdale a contar ocho brazos y péguenlos con cinta adhesiva o pegamento al cuerpo de la muñeca de pulpo. Tu hijo puede fingir que lleva su muñeca de pulpo a un salón de clases en su hogar.

Empathy Castro-Chilton