Cómo Saludar a un Gusano: Una Primera Guía al Aire Libre
Kari Percival, autora e ilustradora
Aunque no tenemos este libro traducido al español, de todas maneras, puedes “leerlo” al interpretar los dibujos usando su lengua materna (o inglés, si prefieres). Puedes utilizar tus propias palabras, y tu hijo o hija puede aprender estas palabras y disfrutar del placer de escuchar tu voz y sentir tu amor por él o ella y por los libros.
LOS NIÑOS SIEMBRAN UN JARDÍN Y APRENDEN a explorar plantas, insectos y tierra.
Para la primera lectura, acurrúcate con tu hijo o hija y lean el libro juntos. Disfruten la lectura. En las próximas lecturas, aquí siguen algunas actividades sugeridas que puedes hacer con tu hijo. No intentes hacer todas las actividades cada vez que lo leas. Y, sobre todo, diviértanse y disfruten estas actividades al compartir la historia con tu hijo.
Al iniciar
Después de leer el título, pregúntale a tu hijo cómo saludaría a un gusano.
Habla sobre la portada y di cosas como: “¿Puedes señalar el gusano? ¿Cómo crees que se sentiría un gusano si lo tocaras? Mira cómo se curva como la letra S. Parece que se está moviendo”.
Al leer la historia
Hablen juntos sobre cómo se divierten tanto los niños realizando diferentes acciones, como cavar, verter agua y oler.
Cuando los niños comparan las fresas, pregúntale a tu hijo cómo se ve cada una. Explica que la fruta madura con el tiempo.
A medida que se plantean preguntas en el libro, pregunta qué piensa tu hijo.
Después de la historia
Pregunta a tu hijo sobre la historia:
¿Qué hicieron los niños para ayudar a que el jardín creciera?
Si tuvieras un jardín, ¿qué te gustaría plantar?
Aprendan en movimiento:
Durante la hora de comer, sirve algunas verduras o frutas del libro. Miren cómo crecen en el jardín y luego observen cómo se ven en el plato.
Cuando compran comida, pasen tiempo juntos en la sección de productos agrícolas. Lean los carteles que nombran diferentes productos.
Siembren un jardín juntos. Podría estar en una jardinera (maceta en la ventana), en el patio o en un jardín comunitario. Deja que tu hijo le ayude a elegir qué sembrar y en el cuidado de las plantas mientras crecen.