El Conejo Escuchó

Cori Doerrfeld, autora e ilustradora

Aunque no tenemos este libro traducido al español, de todas maneras, puedes “leerlo” al interpretar los dibujos usando su lengua materna (o inglés, si prefieres). Puedes utilizar tus propias palabras, y tu hijo o hija puede aprender estas palabras y disfrutar del placer de escuchar tu voz y sentir tu amor por él o ella y por los libros.

TAYLOR ESTÁ MOLESTA Y TODOS LOS ANIMALES dan consejos que no funcionan, hasta que llega Conejo y hace lo correcto.

Para la primera lectura, acurrúcate con tu hijo o hija y lean el libro juntos. Disfruten la lectura. En las próximas lecturas, aquí siguen algunas actividades sugeridas que puedes hacer con tu hijo. No intentes hacer todas las actividades cada vez que lo leas. Y, sobre todo, diviértanse y disfruten estas actividades al compartir la historia con tu hijo.

Al iniciar

  • Habla sobre la ilustración de la portada y la expresión de la niña. ¿Está feliz o triste? 

  • Pregúntale a tu hijo cómo se siente hoy y dale un abrazo como muestra la imagen.

  • Lee el título en voz alta. Señala las orejas grandes del conejo que se pueden usar para escuchar.

Al leer la historia

  • Comenta que Taylor parece emocionada al construir la estructura y que espera que se mantenga alta e intacta. ¿Qué pasa cuando vienen los pájaros? ¡Oh, no!

  • Pregúntate en voz alta si Taylor probará cada nueva sugerencia. Utiliza las imágenes como pistas sobre cómo se siente Taylor al respecto.

  • La estructura blanca en la última ilustración está en la imaginación de Taylor. Explica que imaginar algo puede ayudar a uno a planificar y que Taylor podría estar lista para construir de nuevo.

Después de la historia

  • Pregunta a tu hijo sobre la historia:

    • ¿Cuáles son algunas de las maneras en que los animales intentan ayudar? 

    • ¿Se quedaron o se fueron cuando Taylor no siguió sus consejos?

    • ¿Qué hizo Conejo que fue diferente?

    • ¿Alguna vez has sentido que nada te ayudaría a sentirte mejor?

  • Aprendan en movimiento:

    • Cuando tu hijo se sienta triste o frustrado, díle que tú eres como Conejo y que siempre está disponible para escucharlo.

    • Construyan una estructura juntos. Si cae, reconoce la desilusión. Es difícil que una estructura se desmorone, ¡pero al final las cosas pueden salir bien!

Empathy Castro-Chilton