Un Regalo Para Nana

Lane Smith, autor e ilustrador


Aunque no tenemos este libro traducido al español, de todas maneras, puedes “leerlo” al interpretar los dibujos usando su lengua materna (o inglés, si prefieres).  Puedes utilizar tus propias palabras, y tu hijo o hija puede aprender estas palabras y disfrutar del placer de escuchar tu voz y sentir tu amor por él o ella y por los libros.



CONEJO EMPRENDE UNA BÚSQUEDA PARA ENCONTRAR EL regalo perfecto para su abuelita Nana.


Para la primera lectura, acurrúcate con tu hijo o hija y lean el libro juntos. Disfruten la lectura. En las próximas lecturas, aquí siguen algunas actividades sugeridas que puedes hacer con tu hijo. No intentes hacer todas las actividades cada vez que lo leas. Y, sobre todo, diviértanse y disfruten estas actividades al compartir la historia con tu hijo.


Al iniciar

  • Lee el título y hablen juntos sobre los regalos, cómo muestran el amor o el aprecio o cómo pueden hacer sentir a alguien.

  • Señala la palabra Nana y habla sobre una abuela u otro adulto especial en la vida de tu hijo.


Al leer la historia

  • Cuando Conejo encuentre una nueva idea para un regalo, como una sonrisa, un palo o una zanahoria, pregúntale a tu hijo qué piensa de ello y cuando podría serle útil.

  • Conversen sobre cómo ayudar a los demás. “Mira cómo Cuervo ayuda a Conejo dándole instrucciones. ¡Tan agradable! Sé que a veces dependo de la ayuda de otros. ¿Te pasa lo mismo contigo?"


Después de la historia

  • Pregunta a tu hijo sobre la historia:

    • ¿Por qué a Conejo le preocupaba que a Nana no le gustara su regalo? ¿Por qué le gustó?

    • ¿Quién es alguien especial en tu vida? Si pudieras darles algún regalo, ¿cuál sería?

  • Aprendan en movimiento:

    • Crea un un juego de búsqueda del tesoro para que tu hijo busque diferentes artículos en su casa o jardín, como Conejo encontró cosas en su viaje.

    • Anima a tu hijo a que haga un regalo para alguien especial, como un dibujo, un cuento o un marco hecho a mano. Dile que te parece ser el regalo perfecto porque tu hijo lo hizo.


Empathy Castro-Chilton