Cenicienta Con Los Perros
Linda Bailey, autora
Freya Hartas, ilustradora
Aunque no tenemos este libro traducido al español, de todas maneras, puedes “leerlo” al interpretar los dibujos usando su lengua materna (o inglés, si prefieres). Puedes utilizar tus propias palabras, y tu hijo o hija puede aprender estas palabras y disfrutar del placer de escuchar tu voz y sentir tu amor por él o ella y por los libros.
EL HADA MADRINA PERRA DE CENICIENTA LE PREPARA para el baile en una manera inusual y divertida.
Para la primera lectura, acurrúcate con tu hijo o hija y lean el libro juntos. Disfruten la lectura. En las próximas lecturas, aquí siguen algunas actividades sugeridas que puedes hacer con tu hijo. No intentes hacer todas las actividades cada vez que lo leas. Y, sobre todo, diviértanse y disfruten estas actividades al compartir la historia con tu hijo.
Al Iniciar
Habla sobre la historia clásica de Cenicienta y luego lee el título de este libro.
Miren la ilustración en la portada y hablen juntos sobre los detalles que observan, como un pie descalzo, dos estatuas de perros, tres mujeres infelices y un joven con corona mirando por la puerta.
Al leer la historia
Encuentra similitudes y diferencias entre la historia original de Cenicienta y ésta a medida que sigues leyendo.
Pregúntale a tu hijo cómo percibe los sentimientos de Cenicienta cuando suceden cosas inesperadas: preocupación, sorpresa, deleite, confianza.
Al final, habla sobre lo lindo que es que Cenicienta fuera aceptada tal como era y encontrara a alguien que disfrutara de cosas similares. Pregúntale a tu hijo con quién le gusta divertirse.
Después de la historia
Pregunta a tu hijo sobre la historia.
¿Cuál parece ser la actividad más emocionante del libro? ¿Persiguiendo ardillas? ¿Recibir lamidas de los perros? ¿Aparecer en una fiesta con un estilo especial?
¿Preferirías tener una hada madrina humana o una hada madrina perra? ¿Por qué?
Aprendan en movimiento:
Ayuda a tu hijo a crear un traje de fiesta único a partir de elementos de su hogar. Ofrézcale cambiarle el cabello o revisar los cajones o armarios para encontrar los vestidos apropiados.
Vean si pueden encontrar un perro en su barrio cuando salgan juntos. ¡Sean tontos e imaginen que el perro también podría ser mágico!