Tú Eres Una Abeja Melífera

Laurie Ann Thompson, autora

Jay Fleck, ilustrador

Aunque no tenemos este libro traducido al español, de todas maneras, puedes “leerlo” al interpretar los dibujos usando su lengua materna (o inglés, si prefieres). Puedes utilizar tus propias palabras, y tu hijo o hija puede aprender estas palabras y disfrutar del placer de escuchar tu voz y sentir tu amor por él o ella y por los libros.

DESCUBRE EL TRABAJO DE UNA ABEJA MELÍFERA ALREDEDOR de la colmena y cómo puedes moverte como tal.

Para la primera lectura, acurrúcate con tu hijo o hija y lean el libro juntos. Disfruten la lectura. En las próximas lecturas, aquí siguen algunas actividades sugeridas que puedes hacer con tu hijo. No intentes hacer todas las actividades cada vez que lo leas. Y, sobre todo, diviértanse y disfruten estas actividades al compartir la historia con tu hijo.

Al iniciar

  • Lee el título y señala a tu hijo cuando lea la palabra "Tú". Dígale que se prepare para usar su imaginación mientras se convierte en una abeja melífera en la historia.

  • Mirando la contraportada, pídale a tu hijo que busque acciones que los niños y las abejas tengan en común.

Al leer la historia

  • Mientras lees, explica palabras como néctar o antenas, usando el glosario como guía.

  • Deténgase en las palabras de acción y anime a tu hijo a que las actúe: “¡Haz sonidos silbantes, olfatea y vuela para moverse como una abeja!”

  • Al final, elige un hecho divertido sobre el que pueden conversar, como la diferencia entre zánganos y abejas obreras o por qué las abejas son importantes.

Después de la historia

  • Pregunta a tu hijo sobre la historia:. 

    • ¿Qué trabajo de las abejas obreras te pareció interesante o te sorprendió?

    • ¿Qué tienes en común con una abeja melífera?

  • Aprendan en movimiento:

  • Prepara un baño para abejas como se explica en la sección “Cómo ayudar a las abejas melíferas”. Tu hijo puede poner piedras y comprobar el nivel del agua.

  • Cuando estén juntos afuera, busquen flores, colmenas o telarañas. 

  • Observan cómo una abeja sigue con su día.

  • Usen mantas para crear una “colmena” imaginaria con tu hijo para actuar un día en la vida de una abeja.

Empathy Castro-Chilton